De Latinoamérica a Australia (y ahora España): Cómo sobreviví al “shock cultural laboral” y aprendí a liderar sin fronteras

Gestionar proyectos en Australia me enseñó a ser directo; hacer negocios en LATAM me mostró el poder de la relación personal. Hoy, en España, mezclo ambos mundos. Aquí están mis lecciones.

LIDERAZGO ESTRÁTEGICOGESTIÓN DE PROYECTOS

ALVARO RICARDO SANCHEZ CAMACHO

5/19/20254 min leer

Gestionar proyectos en Australia me enseñó a ser directo; hacer negocios en LATAM me mostró el poder de la relación personal. Hoy, en España, mezclo ambos mundos. Aquí están mis lecciones.

1. El día que un correo “demasiado eficiente” casi me cuesta un contrato

Contexto: En mi primer mes en Australia, trabajando como Project Manager, envié un email a un cliente corporativo con este formato:

  • Asunto: “Payment overdue – Immediate action required”

  • Cuerpo: Tres líneas con fechas límite y consecuencias en caso de incumplimiento.

Resultado: El cliente se sintió “agredido” y escaló el caso al director de finanzas de la compañía. Afortunadamente, pude amainar la situación con una llamada más amable y algo de contexto, pero comprendí que ese estilo “transaccional” (propio de la cultura anglosajona) choca frontalmente con la percepción más relacional de LATAM.

  • Cultura anglosajona: La comunicación es directa y transaccional. “Resuelve rápido, sin rodeos.”

  • Cultura latina: La comunicación busca primero construir confianza: “Relacionémonos antes de exigir.”

Este episodio me enseñó que, aunque el inglés me permitiera expresarme con propiedad, el tono y la estructura de un correo podían marcar la diferencia entre ganar o perder un contrato.

2. Comparación cruda: Latinoamérica vs. Australia en gestión de proyectos

Comunicación

  • Latinoamérica (Ej: Colombia/LATAM): “¿Podrías considerar…?” + uso ocasional de emojis

  • Australia: “Please action this by EOD.”

Toma de decisiones

  • Latinoamérica: Basada en consenso grupal (evitar conflictos directos)

  • Australia: Jerarquía plana: el experto decide rápido

Feedback

  • Latinoamérica: Indirecto: “Tal vez podríamos intentar otra cosa”

  • Australia: Directo: “This approach won’t work.”

Horarios

  • Latinoamérica: Flexibles: reuniones que pueden extenderse sin prisa

  • Australia: Sagrados: “Time is money”; se respeta el horario con rigor

Comunicación: En LATAM los correos suelen incluir saludos extensos y un contexto previo; en Australia, un asunto puntual y un mensaje muy conciso bastan para que el receptor actúe.

Toma de decisiones: En mis años liderando proyectos en Colombia y otros países latinoamericanos, era común convocar a todo el equipo para consensuar cada paso. En Australia, la responsabilidad recae sobre el experto asignado y se toma la decisión en cuestión de horas.

Feedback: Pedir “por favor, consideremos otra opción” en LATAM evita herir sensibilidades, pero a veces deja ambigüedad. En Australia, un “This approach won’t work” va acompañado de datos concretos y un plazo para rectificar.

Horarios: Mientras en LATAM el concepto de “horario de reunión” es orientativo y se tolera un margen de 10–15 minutos, en Australia las reuniones comienzan y terminan a tiempo, sin excepciones.

3. Lo que Australia me quitó (para bien)

Email sin poesía:

  • Aprendí a escribir asuntos clarísimos: “Request: Approval for Budget Increase” y a usar viñetas para listar requerimientos (“• Incluir KPIs X, Y, Z; • Ajuste del cronograma; • Entrega antes del viernes”). Ese estilo redujo en un 30 % el número de correos de seguimiento que yo mismo debía enviar.

Feedback sin azúcar:

  • Durante una revisión de proyecto el CEO me dijo: “Your timeline is unrealistic. Here’s the data. Fix it by Friday.” (Tu cronograma no es realista. Aquí tienes los datos. Arréglalo para el viernes.)

  • Ese golpe de realidad me hizo 2× más eficiente en la planificación: entendí que la franqueza no es rudeza, sino parte del proceso de mejora.

El mito de la reunión:

  • En Australia, si una junta no tiene un “agenda” formal y “action items” claros, simplemente no sucede. Aprendí a enviar la agenda 24 horas antes y a cerrar cada punto con “Next steps” y responsables asignados.

4. Lo que Latinoamérica me dejó en el ADN profesional

Calidez estratégica:

  • Cuando negociaba contratos en Colombia, arranqué con un “¿Cómo estás?” y un breve comentario sobre la familia o el clima. Ese pequeño acto fomentaba confianza. Incluso en Melbourne, al proponer una solución a un cliente australiano, empecé diciendo: “What do you think about …?” (¿Qué opinas sobre…?)

Paciencia con propósito:

  • En un proyecto de expansión de seguridad electrónica en Colombia (con ELISE SAS), un trámite con la alcaldía retrasó la obra tres semanas. Aprendí a gestionar stakeholders con actualizaciones constantes, aunque no hubiera avances tangibles. Esa práctica sostuvo la confianza hasta retomar el ritmo.

Celebrar lo pequeño:

  • En LATAM, un hito de proyecto se festejaba con un almuerzo de equipo; en Australia, bastaba un “Good job!” en Teams. Hoy combino ambos: envío un gif celebratorio en el chat y luego invito a una paella (España) cuando se cierra una etapa importante.

5. España: El escenario perfecto para mi fusión cultural

Ejemplo real: Hace unas semanas asistí a un evento de networking en Valencia organizado por el CEEI (Centro Europeo de Empresas e Innovación de Valencia). Al llegar, tomé asiento junto a un grupo mixto de españoles y británicos. Así fue mi aproximación:

  1. Primeros minutos (cálido): Saludé a la española que tenía al lado con un “¿Cómo estás? ¿Qué tal tu semana?”, recordando la costumbre latina de generar cercanía. (Culturas similares)

  2. Conexión anglosajona (directo): Durante la charla, solté un “Hi!” y planteé brevemente mi proyecto en inglés, para conectar también con los asistentes angloparlantes. Aprendí que el inglés en ese contexto resulta más informal y ayuda a derribar barreras.

  3. Cierre híbrido: Antes de despedirme, reservé un par de minutos para invitarles a un café la próxima semana y mostrar interés por sus proyectos locales (al estilo LATAM). De ese modo, obtuve dos contactos nuevos: un proveedor local de IoT y un posible cliente hotelero.

Cómo aplico mi mix hoy:

  • Comunicación Híbrida en Email:

  • Reuniones:

  • Negociaciones:

  • Gestión de equipos multiculturales:

Conclusión (con datos)

Según Hofstede Insights (organización internacional dedicada a ayudar a empresas y profesionales a comprender y gestionar las diferencias culturales en contextos laborales y de negocio), España combina una distancia al poder similar a LATAM con un alto énfasis en la individualidad, como Australia. Eso me da una ventaja única: sé “bailar” en ambos ritmos.

  • Si eres latino, adopta algo de la brevedad anglosajona: ve al grano, usa bullets y define deadlines claros.

  • Si vienes del mundo anglosajón, pon un poco de “calor humano” en tus interacciones con españoles y latinoamericanos: una breve charla personal antes de entrar en materia no resta profesionalismo, lo enriquece.

En definitiva, mi “choque cultural laboral” fue, paradójicamente, mi mejor maestro. Hoy, en España, fusiono estrategias y estilos para liderar sin fronteras.